Un aperitivo más para esta fiesta que no puede ser más fácil, realmente si optamos por hacerlo con unos fingers de pollo congelados solo hay que decorarlos un poquito, y eso está genial porque no siempre hay que hacer recetas complicadísimas para quedar bien, a veces solo hace falta un poquito de imaginación.
Freímos los fingers de pollo en abundante aceite y los ponemos sobre un papel absorbente para que suelten el exceso de grasa y se enfríen un poco para manipularlos sin quemarnos los dedos.
Mientras cortamos unas pequeñas tiras de pimiento para hacer las lenguas, y unos trocitos de aceituna para los ojos, yo utilicé una pajita de refresco para cortarlos, es el tamaño ideal.
Cuando los fingers se hayan enfriado hacemos un pequeño corte con la punta de un cuchillo en un extremo e introducimos la tira de pimiento para que no se caiga, podemos hacer lo mismo con los ojos o simplemente colocarlos encima, también podemos cortar unos trocitos de pepinillo o de pimiento para ponerlos sobre el cuerpo simulando las manchas de la piel.
En una bandeja ponemos una cama de lechuga, en el centro un bol pequeño con la salsa de tomate o con la que más os guste, y las culebrillas alrededor del bol y ya está listo, no diréis que no es sencillo y ràpido para lo graciosas que quedan.