Estiramos el hojaldre, de un centímetro de grosor, y con la ayuda de un corta-pastas redondo lo cortamos. Una vez obtenidas la obleas, las depositamos en unos moldes redondos, los pinchamos en el fondo para que no suba, para asegurarme de que no hacer, le suelo poner peso encima (o en este caso, unos moldes iguales, pero más pequeños).
Los metemos en el horno previamente caliente a 180º hasta que se doren. Cuando ya estén casi dorados, los sacamos del molde y con el horno ya apagado, los volvemos a meter para que se terminen de hacer por dentro.
Mientras que los volovanes enfrían, ponemos una sartén al fuego, con el diente de ajo y la guindilla (al gusto), bien picados. Cuando el ajo empiece a rehogar, añadimos las gambas y las gulas, salpimentamos al gusto y salteamos durante un par de minutos, no necesita más.
A continuación, procederemos a rellenar los volovanes con nuestro salteado, y con la ayuda de una cucharilla, hacemos un hueco en el centro, donde colocaremos el huevo de codorniz.
Lo volvemos a introducir al horno, esta vez a 200º y con la función de grill y dejamos unos minutos, hasta que el huevo cuaje. Y ya estará listo para tomar.