De vez en cuando podemos permitirnos algún caprichito y esta vez fue traernos a casa unas cuantas andaricas para cenar, pero menudos precios!!! aunque... mereció la pena.
La receta no puede ser más sencilla que esta, lo primero que hice fue lavar muy bien las andaricas bajo el chorro de agua fría. Luego las coloqué en una pota alta con agua fría y sal, encendí el fuego y conté unos 10 minutos desde que empezó a hervir el agua. Cuando estaban cocidas las escurrí bien y las coloqué en una fuente, las comimos templaditas y menudo placer, estaban requetebuenas.