Abrimos las cápsulas de semillas de cardamomo metiéndolas en un trapo y golpeándolas con un rodillo por ejemplo. Descartar la cáscara de fuera y coger las bolitas negras que contienen.
Ponemos estas bolitas negras en el vaso junto la piel de naranja, la harina y la sal y trituramos bien en velocidad máxima unos 30 segundos para que todo esté bien fino, reservamos.
Sin lavar el vaso de la thermomix añadir la leche, la mantequilla y el azúcar invertido y templar 3 minutos, temperatura 37º y velocidad 1, Añadimos la levadura, mezclamos 10 segundos en velocidad 6, añadimos ahora el huevo y seleccionamos 10 segundos y de velocidad 6.
Mezclaremos ahora con lo anteriormente reservado las semillas de cardamomo, la piel de naranja, harina y la sal 30 segundos en velocidad 6. Amasamos 2 min en velocidad espiga, dejamos reposar 1 hora y media. Pasado la hora y media metemos la masa que haya salido por el bocal de levar y la bajamos hacia abajo seleccionamos 30 segundos velocidad espiga, sacamos la masa del vaso y haremos una bola y la dejaremos en la nevera tapada con film trasparente durante 3 horas.
Cuando hayan pasado las tres horas sacamos la masa y la estiramos con el rodillo y con el cortador de donuts o un vaso y un tapón pequeño nos dispondremos a recortar la masa. Los recortes que nos quedan se vuelven a amasar, se estiran con rodillo de nuevo y se vuelven a cortar.
Los dejaremos levar 1 hora o hasta que casi tripliquen su volumen , para acelerar este proceso podemos encender el horno a 50º y cuando este templado apagarlo y meter las piezas de la masa para que leven durante 15 a 30 minutos. Derretir la mantequilla en el microondas en un bol, añadir el azúcar glas y mezclar hasta que se unifique bien. Agregar el agua y seguir mezclando. Ir añadiendo azúcar glas hasta conseguir la textura deseada.
Freír en abundante aceite de girasol, que no esté muy caliente, mejor tirando a templadito, ya que se hacen enseguida y no tienen que coger mucho color para que la corteza no esté demasiado crujiente. Cuando estén hechos y en caliente es cuando hay que untarlos con la glasa. Lo haremos con la ayuda de un pincel, empaparemos bien, con bastante glasa para que la absorba. Ahora es cuando los congelaremos. Una vez fríos o templados, recién hechos, con glasa y todo, los envolveremos en film y los metemos al congelador.