Vamos a cortar los calabacines en rodajas finas, aproximadamente de 1 cm o menos ( para que queden crujientes). Echamos un poquito de sal a los calabacines.
A continuación las pasamos por harina de garbanzos. Previamente hemos calentado el aceite y vamos a ir friendo por tandas hasta que queden doraditos. Colocamos en un plato con servilletas para que absorban el aceite sobrante.
Servimos inmediatamente. Puedo asegurar que cuando uno empieza no puedes parar.
Comentarios de los miembros:
Una recomendación..esta receta es divina...también se puede hornear para quienes...hacen dieta..Saludos
Este tipo de recetas, la verdad no son de mi agrado.la verdad me gusataria algo mas exquisito a base de carnes,pastas pescados etc. gracias!!!!