En el utensilio de la picadora añadir el queso y picarlo lo máximo que permita. Reservar.
Hacer lo mismo con las almendras.
En la picadora, incorporar el queso a las almendras, el trozo de pimiento, el diente de ajo, el pimentón y dos o tres granillo de sal (mejor rectificar después), unas gotas de vinagre y un chorrito de aceite.
Comenzar a triturar todo, e ir añadiendo poco a poco el aceite, hasta que quede una pastita suelta, fácil de untar. Probar de sal y añadir si fuera necesario.