Muy buenas discapas y discapos hoy os traigo otra receta con pollo, se trata de unas riquísimas albóndigas de pollo con salsa de mango y curry. Están espectaculares!!
Lo primero que haremos será picar las pechugas de pollo, para ello, troceamos a groso modo las pechugas y las añadimos a procesador de alimentos. Si no tenéis procesador de alimentos podéis picar las pechugas con el cuchillo o si lo preferís podéis pedir en la carnicería que os las piquen. Y si queréis utilizar otra parte del pollo que no sean pechugas, podéis hacerlo sin problema.
Una vez que las pechugas ya están picadas las añadimos a un recipiente. Añadimos sal al gusto, pimienta, ajo en polvo, cebolla en polvo y como tengo un poco de queso rallado pues también se lo pongo, añadimos también un par de huevos y empezamos a amasar hasta que se integren todo los ingredientes. Si vemos que la masa nos queda un poco blanda, le podemos añadir un poco de pan rallado.
Cuando la masa tiene la textura deseada, la metemos en la nevera al menos 30 minutos para que repose.
Mientras la masa reposa, vamos a preparar la salsa, para ello, añadimos un chorrito de aceite en una cazuela y dejamos que se vaya calentando. Mientras se calienta el aceite, vamos a trocear una cebolla o cebolleta, no hace falta trocearla muy pequeña porque luego la vamos a triturar. Una vez troceada, la añadimos a la cazuela, le ponemos una pizca de sal y la dejamos que se vaya rehogando a fuego medio-bajo.
Ahora, mientras la cebolleta se va pochando, pelamos y troceamos un par de mangos. A medida que vamos troceando el mango, lo vamos reservando en un plato.
Cuando ya tenemos todo el mango troceado lo añadimos a la cazuela junto con la cebolleta, lo dejamos un par de minutos que se vaya pochando a fuego medio.
Después, añadimos la nata líquida, pizca de sal, y le añadimos una cucharadita de curry. Mezclamos bien y dejamos que reduzca la salsa.
Cuando la salsa ya ha reducido, procedemos a triturarla. Y una vez triturada la incorporamos de nuevo a la cazuela y la reservamos.
Ahora sacamos la masa de las albóndigas de la nevera y procedemos a darle forma a las albóndigas, para ello, vamos cogiendo porciones con la ayuda de una cuchara y le vamos dando forma redonda, después las pasamos por harina y las vamos reservando en un plato.
Cuando ya tenemos todas las albóndigas enharinadas, ponemos un buen chorro de aceite en una sartén a calentar, y cuando el aceite esté caliente vamos poniendo las albóndigas. Dejaremos que se vayan dorando a fuego medio. Y cuando ya han cogido un bonito color dorado, las retiramos a un plato con papel absorbente para que absorba el exceso de aceite.
Ahora ponemos la salsa a calentar e incorporamos las albóndigas, dejamos que hierva a fuego bajo durante unos 5 minutos.