Dejamos las alubias a remojo la noche anterior. Adobamos el pollo con ajo y sal. En la cazuela de barro ponemos las alubias y las cubrimos con agua fría. Le ponemos un trocito de cebolla y la hoja de laurel. Dejamos que comience a hervir y añadimos el tocino que previamente habremos salteado.
A continuación en una sartén con una cucharada de aceite, pochamos la cebolla en juliana y se la añadimos a las alubias junto con la zanahoria. En la misma sartén, ponemos una cucharada más de aceite y vamos dorando el pollo. Reservamos.
Cuando las alubias lleven unos 35 minutos cociendo, añadiremos el pollo a la cazuela. Si fuese necesario, añadimos un vasito de agua. A las alubias es aconsejable añadirle siempre el agua fría. Esto hará que cuezan mejor.
El tiempo ahora dependerá de varios factores. Si utilizamos pollo de granja, en 15 minutos estará listo, si el pollo es casero, tardará más. Lo importante es que no se deshagan las alubias, pues el aspecto final del plato, dependerá de ello. Estas mías tardaron casi una hora en estar hechas.
Una vez las alubias estén tiernas, apagamos y dejamos reposar el guiso unos 10 minutos antes de servir.