En un recipiente de cocina con agua abundante lavamos muy bien los arenques, les quitamos las espinas que tengan y los reservamos bien distribuidos en una fuente de cocina.
A continuación condimentamos nuestros arenques con la pimienta, la sal a nuestro gusto y los rociamos con aceite de oliva por sus dos lados. Nos queda calentar la plancha y echar sobre ella los arenques para que se asen durante un minuto y medio por cada uno de sus lados hasta que los tengamos hechos para depositarlos en una fuente de cocina refractaria para horno.
En un bol de cocina echamos la nata líquida en su fondo, la mostaza y lo removemos todo con la ayuda de una cuchara de cocina hasta que tengamos hecha una salsa bien mezclada y consistente.
Para terminar echamos la salsa que hemos hecho anteriormente sobre nuestros arenques y los metemos en el horno durante 12 minutos a 200º C hasta que los tengamos listos para servirlos a nuestra mesa.