Couscousera o en su defecto, un colador con agujeros pequeños
Preparación
Empezaremos echando al cous cous media taza de aceite de oliva virgen extra y media taza de aceite vegetal. Removemos bien para integrar y añadimos una taza de agua con una cucharada de sal. Seguimos removiendo para que el cous cous empiece a hidratarse. Y dejamos reposar. En una olla grande calentamos media taza de aceite de oliva y añadiremos el puerro y el tomate a dados (sin semillas ni piel). Cuando esté pochado, añadimos los trozos de cordero y movemos bien hasta integrar. Seguidamente, incorporamos la sal, el jengibre en polvo, la pimienta negra y el pimentón (dulce o picante, como más os guste) Y seguimos moviendo hasta integrar.
Ahora añadimos 1 cubito de mantequilla árabe, si no tenéis podéis sustituirlo por 1 tarrina de caldo. Incorporamos 1 litro de agua y dejamos cocinar, con la olla tapada, hasta que rompa a hervir.
Mientras tanto, volvemos a hidratar el couscous. Añadimos medio litro más de agua, removemos y dejamos reposar. Ahora colocaremos una couscousera en la olla (si no tenéis, como es mi caso, un colador de agujeros pequeños os puede hacer el apaño).
Ahora añadimos el couscous, repartiéndolo bien, tapamos y lo dejamos hacerse durante 20 minutos. Pasado ese tiempo, retiramos el couscous, y lo repartimos bien para que se airee. Añadimos medio litro más de agua y removemos hasta que la absorba. Mientras tanto, añadimos 1 litro más de agua a la olla e incorporamos las verduras. Calabaza, zanahoria, repollo y nabo. Repartimos bien y dejamos cocinar otros 20 minutos más con la tapa puesta.
Pasado ese tiempo, añadimos medio litro más de agua, el calabacín y el ramillete de cilantro, acomodándolo todo bien para que se cocine a la vez. Y cocinamos 10 minutos más. Mientras tanto, incorporamos mantequilla al couscous y removemos hasta que se deshaga por completo. Cuando esté frío, moveremos con las manos hasta comprobar que no hay ninguna pelotita. Os debe quedar suave y ligero, sin grumos. Y luego, apartamos las verduras y el cordero a un plato y añadimos los garbanzos cocidos al caldo que nos ha quedado. Si utilizáis garbanzos de bote, con 5 minutos de cocción será suficiente.
Solo nos queda emplatar. En una bandeja o plato grande, hacemos un volcán con el couscous y vamos añadiendo en el centro el cordero y alrededor las verduras.
Apagamos el fuego donde se estaban cocinando los garbanzos y los añadimos, poco a poco (no mucha cantidad) a nuestro plato.
Y ya tenéis vuestro auténtico Couscous marroquí hecho en casa. Es una receta que se sirve con el caldo y los garbanzos a parte para que cada comensal se sirva al gusto. ¡Y ya lo tenéis listo! Probad a hacerlo porque os va a encantar.