Ponemos en un mortero que un poco de sal gorda y dos dientes de ajo partidos. Acompañamos estos con un poco de orégano y otro poco de pimentón. Majamos.
Cuando estén los ajos bien machacados los bañamos con un chorro de vino blanco, un poquito de aceite y otro chorro de vinagre. Y no nos pregunten, un chorro es un chorro y como saben depende del tamaño del agujero por donde sale.
En este adobo, marinaremos los boquerones desde el día de antes, para que una vez escurridos los friamos en aceite bien fuerte tras pasarlos por harina.
Cuanto más calentitos están más ricos saben, por lo que tenemos la mesa puesta y un poco de salmorejo para refrescarnos entre boquerón y boquerón y porque no para mojarlos como si fuera una salsa. No os decimos más, solo pruebenlos
Comentarios de los miembros:
Tengo que hacerlos con urgencia, tienen que estar super.
ESTO ESTA MUY RICO
Epectacular el pasapalo y el bocabulario también
Muy buenos. gracias.
Buenisimooooossssss
Una receta muy buena
Me gusta la combinación de sabores y texturas. ¡¡Para abusar!!!