Pelar las gambas, quitarles la cabeza y el nervio central que las recorre y cortarlas por la mitad sin llegar a separarlas totalmente (podéis congelar las cabezas para realizar algún fumet para suquet, arroz...). Separar las colas de gambas en 8 porciones del mismo peso.
Poner cada porción encima de un papel film, de forma que queden las colas planas y formen un círculo lo más redondo posible. Tapar con otro papel film y, con la ayuda de un rodillo, aplanarlas de manera que quede una circunferencia. Aplanar del mismo modo el resto de porciones de gambas, de modo que tendremos 8 círculos. Ir reservando en congelador.
Picar la cebolleta, el diente de ajo y los ajos tiernos muy pequeños, saltear en una sartén antiadherente con el aceite. Salpimentar y, cuando estén translúcidos, incorporar las setas, limpias y troceadas. Cocer durante unos 2 minutos, echar el vino blanco y dejar evaporar el alcohol. Reservar en un plato.
Justo antes de servir, sacar el foie mi-cuit de la nevera y cortar en daditos. Añadir a la mezcla de setas.
Retirar los círculos de gambas del congelador, apartar el film superior y dejar descongelar un poco. Colocar una cucharada de relleno (no poner demasiado sino no cerraría bien) y envolverlos con cuidado. Servir a temperatura ambiente acompañado por un poco del tobiko wasabi.