Para prepararla, preparar la jibia cortandola en trocitos.
En una cacerola con agua escaldar un tomate hermoso que esté madurito, sacar y reservar.
En la misma cacerola poner a cocer la jibia con un poquito de sal.
Mientras en una sartén con aceite de oliva virgen (un cucharón), freir un puñado de almendras sin pelar, tres o cuatro dientes de ajo, con cuidado de que no se quemen. Sacar y reservar.
En el mismo aceite freir una rebanada de pan.
En el vaso de la minipimer poner el pan con el aceite, el tomate sin la piel, las almendras, los ajos, un vasito de vino blanco y azafran y pasar bien.
Añadir el resultado a la cacerola, dejar hervir una media hora aproximadamente con la jibia.
Agregar las patatas cortadas a cascos, dos o tres granos de pimienta negra y dos hojitas de laurel.
Cocer hasta que las patatas estén tiernas con cuidado de que no se pasen.