Poner el arroz inflado entre dos servilletas de papel y apretar sobre él con un rodillo, para desmenuzarlo; esta operación puede hacerse con un robot. Mezclar con el ajo, el pimentón, el perejil y la sal.
Engrasar las chuletas con aceite y pasarlas por la preparación anterior, apretándolas un poco para procurar que adquieran una gruesa capa de rebozado.
Colocar las chuletas en una bandeja, cuidando de disponer el hueso hacia la parte interior de la misma. Llevar la bandeja al microondas, conectar la potencia media (50%) y cocinar 10 minutos.
Dejar reposar 3 minutos y servir acompañadas de la pulpa de los tomates, troceada y espolvoreada con el orégano.
Método tradicional: 20 minutos. Dejar adobar las chuletas durante 2 horas en una mezcla de ajo prensado, pimentón, perejil y sal.
Pasado ese tiempo, rebozarlas en huevo batido y pan rallado y freírlas en abundante aceite caliente. No es necesario agregarles el arroz triturado, pues adquieren un agradable color al freír.