Una vez que hemos obtenido la pasta quebrada procederemos a la elaboración de la crostata.
Dividiremos la masa en dos partes,una mayor que será con la que haremos la base de la tarta,y con la menor haremos las tiras que la cubrirán,principal característica de la crostata.
Extenderemos la masa menor con el rodillo y con una rueda dentada cortaremos tiras de diferentes medidas.
Extenderemos la masa mayor con el rodillo dandole la forma de la tartera que habremos forrado con el papel de hornear para que no se pegue la tarta,y, si no lo tenemos,untaremos con mantequilla la tartera y la enharinaremos.
Pincharemos la superficie de la masa con un tenedor para evitar que ésta se infle durante la cocción.
En un recipiente mezclaremos el azúcar con el requesón.
Añadimos el huevo y las gotas de chocolate. Mezclamos bien
Vertimos el relleno sobre la base de pasta quebrada evitándo cubrir los bordes.
Colocamos las tiras:primero todas hacia un lado y luego hacia el lado contrario,para que se crucen.
Sólo nos queda ponerla en el horno a 180° durante unos 50 minutos. Dejar enfriar antes de sacarla de la tartera.