La receta original lleva sepia pero tenía en el congelador una bandeja de pota y es lo que utilicé. Que duda cabe que hay una gran diferencia entre la pota y la sepia pero no pasa nada, el guiso sigue estando bueno.
La cúrcuma añade mucho sabor al guiso, un sabor muy pronunciado por lo que si no te van los sabores fuertes sustitúyela por colorante alimenticio.
Al día siguiente se calientan 2 cucharadas de aceite en una cazuela. Se sofríe la cebolla y el pimiento durante 10-15 minutos. Una vez la verdura está sofrita se añade el tomate y se cocina 10 minutos más:
Se pasa el sofrito al robot de cocina, se añade un poco de agua y se tritura bien hasta formar un puré:
A continuación, en la misma cazuela se añade 1 cucharada más de aceite y se saltea la pota cortada en cubos, a fuego alto ya que la pota suelta mucha líquido:
Se añade el vino blanco y se deja evaporar a fuego alto:
Una vez que el vino ha reducido añadir las judías blancas y el sofrito:
A continuación la cúrcuma y el comino:
Se añade agua hasta cubrir las judías:
Tapar la cazuela y cocer durante 50 minutos. Si ves que se va quedando seco añade un poco más de agua.
Añadir sal y pimienta. Yo no pongo sal al principio para no encallar las judías.