El secreto de unas buenas patatas fritas no es precisamente tener mucho cuidado al freirlas a diferentes temperaturas, primero lentas para acabar con un golpe fuerte de calor o viceversa, que no, que n
El secreto de unas patatas fritas perfectas, tiernas por dentro y crujientes por fuera, es COCER PREVIAMENTE LAS PATATAS ya cortadas en agua y vinagre (una cucharada para quitar el almidón) y freir luego a alta temperatura brevemente, bien secas, al punto crujiente que te guste en un delicioso y abundante aceite de oliva.
"Así lo aprendí, personalmente, en el Atenas una de las mejores freidurías que había en Salamanca hace bastantes años y que cada jornada hacía sacos y sacos de patatas bravas, las mejor que comí nunca . (Si estuviese por aquí Trazas seguro que lo atestiguaría)"
Esta es la base que uso Aida, la coautora de este blog, que además mejoró sensiblemente haciendo estas "patatas de lujo" salando ligeramente después de cocidas, espolvoreándolas con tomillo y orégano después y rebozándolas brevemente en en harina al final, para freirlas a fuego alto algo menos de un minuto. Finalmente les añadimos un sofrito de pimentón ajo y vinagre