A quién le guste el salmón, disfrutará con esta receta tanto como yo. La combinación de sabor con las almejas da a este simple guiso de patatas otro acento.
En una cazuela ponemos aceite de oliva. Cortamos el salmón a dados gruesos, los adobamos con sal, pimienta, eneldo y unas gotas de limón. Cuando el aceite esté caliente rehogamos el salmón hasta que esté dorado. Reservamos.
En ese mismo aceite abrimos las almejas junto con el vino. Las reservamos y guardamos el jugo que quedó. En la misma cazuela sofreímos la cebolla y los ajos picados, cuando estén tiernos, incorporamos las patatas, removemos, salpimentamos y las cubrimos de caldo añadiéndole el jugo anterior.
Coceremos semitapado hasta que estén tiernas. El salmón y las almejas las pondremos casi al final de la cocción (sólo 2 ó 3 minutos).
Comentarios de los miembros:
Sencillo y muy nutritivo