Precalentamos el horno a 250º. Lavamos las patatas y las envolvemos en papel de plata. En una bandeja de horno, metemos el pollo con el limón en la tripita, la canela y un poco de romero. Lo salamos bien por dentro y por fuera y rociamos con aceite.
Pelamos la manzana, le quitamos el corazón y partimos en trozos, la colocamos alrededor del pollo. Metemos todo en el horno, el pollo y las patatas. Horneamos a 200º y cuando empiece a tomar un pelín de color, le añadimos la sidra.
Cuando el pollo esté bien doradito lo sacamos del horno, las patatas ya deberían estar hechas (lo sabremos si al pincharlas están blanditas). Ponemos en el vaso de la batidora la manzana y los jugos del pollo y la sidra y trituramos.
Quitamos las patatas de su envoltorio (con cuidado que quema!) y salamos con sal maldon. Trocear el pollo y servir junto con las patatas y la salsa de sidra y manzana.