El día antes: Limpiar el pollo de piel e impurezas y hacer cortes profundos a todos los trozos, llegando hasta el hueso, para que se impregne bien del marinado. Salpimentar. Prensar los dientes de ajo. Pelar y rallar el jenjibre. En una fuente para horno mezclamos todos los ingredientes y embadurnamos muy bien el pollo con la mezcla. Tenemos que asegurarnos de que quedan empapados hasta los cortes que hemos hecho al pollo.
Dejamos marinar tapando con papel film y metiendo en la nevera. Normalmente los libros de recetas dicen 2 horas, pero yo lo he dejado de un día para otro para que el pollo cogiera bien el sabor (cuanto más tiempo lo dejéis, más intenso será el sabor). De vez en cuando, removemos muy bien porque el pollo suelta agua y necesitamos que todos los trozos se impregnen de la salsa por igual.
El día que lo queráis cocinar: Precalentar el horno a 190ºC poniendo calor arriba, abajo y ventilador. Distribuir los trozos de pollo bien repartidos, que no queden unos encima de otros.
Asamos entre 30 y 45 minutos (dependerá de cada horno) hasta que el pollo esté muy bien hecho por dentro. Darle la vuelta a las piezas a los 20 minutos para que se tuesten por igual. Estará bien hecho si queda tostadito por fuera y bien hecho por dentro.
El pollo tandoori es seco, de forma que no debe quedar salsa. Si viérais que queda demasiado jugoso o con salsa, podéis terminar de hacerlo sobre la rejilla del horno y con el grill encendido.
Este pollo, si no estáis a dieta, lo podéis acompañar de arroz y de pan Naan (Otro día prepararé unos cuantos panes de este tipo. Son facilísimos de hacer).
Muy buena y diferente a la cocina tradicional española. la conoci en un restaurante indú hace muchos años y me agradó la suavisad de la salsa con los aromas y el picor de las especias que lleva el pollo tandori masala.
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