Forrar un molde con la masa quebrada, agujerear con un tenedor el fondo, tapar con papel cocina y poner un puñado de garbanzos encima (evitará que la masa suba) e introducir en el horno precalentado a 200 grados, unos 15 minutos. Reservar.
Cortar el puerro pequeñito y pochar con un poco de aceite y sal. Coortar los esparragos en rodajitas medianas y sofreir con un poco de aceite y sal.
Batir los huevos con un pelín de sal, añadir pimienta recién molida y nuez moscada. Añadir el queso, mezclar bien y poner la mezcla sobre la masa quebrada que tenemos reservada.
Distribuir el puerro y los espárragos. Rociar un buen puñado de queso (al gusto, yo le he puesto gruyère, pero podeis ponerle el que mas os guste. Introducir al horno a 200º unos 20-25 minutos.