En primer lugar, procederemos a picar toda la verdura, excepto el ajo, en trocitos pequeñitos y reservamos. Cogemos el solomillo y le quitamos el exceso de grasa y salpimentamos mientras que se calienta el rondón que previamente habremos puesto al fuego con un par de cucharadas de aceite de oliva.
Cuando el aceite esté bien caliente, es el momento de incorporar el solomillo en entero y marcar por todos sus lados. Este proceso nos ayudará primero a que la carne no pierda su liquido y quede jugoso y a que el aceite coja la esencia del solomillo. Una vez marcada la pieza de carne, retiramos a un plato y reservamos.
Incorporamos entonces la verdura que ya la teníamos bien picadita y sofreímos. Mientras la verdura va pochando, en un mortero, añadimos el ajo y el pan y machacamos bien y cuando ya esté todo bien majado, le incorporamos el vino y removemos para que se despegue todo el majado de las paredes del mortero.
Conforme preparábamos el majado, la verdura ya habrá ablandado un poco, entonces incorporamos la mezcla del vino que acabábamos de hacer y dejamos unos minutos al fuego. Hasta que el vino pierda todo su alcohol.
Una vez evaporado el vino, incorporamos al rondón el chocolate, que tardará en derretirse unos treinta segundos y entonces, es el momento de incorporar la pieza de solomillo a la salsa. Añadimos como ½ vaso de agua, rectificamos de sal y pimienta y dejamos que cueza tapado unos 15 minutos.
Transcurrido este tiempo, destapamos y damos la vuelta al solomillo, ya veréis como la parte del solomillo que ha estado en contacto con la salsa tiene un color oscuro, esto es debido al chocolate. Dejamos cocer unos 15 minutos más a fuego lento destapado. Si transcurrido este tiempo ves que la salsa no tiene la consistencia que deseas, tienes dos opciones, o triturarla y después pasarla por un chino, o si te gustan los tropezones, como a mi, añadir un poco de maicena disuelta en agua fría y en uno minuto estará más espesa.
Para el emplatado, cortamos el solomillo en lonchas de unos 2 cm. de grosor y servimos dos trozos por persona. Para la guarnición, ponemos a cocer las patatas en trocitos pequeños, para que tarde menos tiempo en cocer.