El maíz blanco deshollejado, dejado en agua por varios días, se cocina en agua y se muele para preparar la base de la sopa que debe quedar transparente y espesa. Al tiempo, en un recipiente aparte, se prepara el fríjol cacha con mínimo aliño, en un hogo de cebolla larga picada, tomate y sal, en manteca de cerdo. Todo se mezcla unos minutos antes de servir, procurando que el fríjol no sea mucho, para que pueda disfrutarse el sabor del maíz.