Poner los huevos con el azúcar y un poco de canela en polvo molida (como media cucharadita de café), y batirlos hasta que estén algo cremosos, y con burbujas. En un bol aparte, poner las galletas, la mermelada, el aceite y el yogur juntos, y verter la preparación en la batidora.
Mezclar todo hasta que quede una mezcla homogénea. Llevar al horno 50 minutos a 180ºC. Espolvorear azúcar moreno, y en modo gratinar poner 5-6 minutos, para que se caramelice el bizcocho. Et voilà, allez à manger! a comer!
Como mis padres no son muy galleteros, pues decidí darles uso de otra manera. Lo bueno es que este bizcocho así hecho, con las galletas con miel y la mermelada de naranja, es bueno para el resfriado. Un caprichito sano. Jejejejeje.
Perdonad un poco la presentación, pero es que mi impaciencia pudo más que mi paciencia, y lo desmoldé sin dejarlo enfriar lo suficiente. Se me rompió un poco. En este sentido, si no queréis arriesgaros a que se pueda pegar el bizcocho, engrasad el molde con mantequilla también por abajo, y luego le echais el caramelo por encima al bizcocho al terminar de hornearlo.
Y el corte? La textura es muy parecida al mayonaise cake según mi opinión. Muy rico y jugoso. Espero que lo disfrutéis tanto como lo disfrutaremos aquí. Besos!