Los caramelos de violeta siempre han sido mis favoritos, ahora lo siguen siendo aunque ya no suelo comerlos, pero con este helado he roto la media, y es que desde que lo probé en un restaurante hace muchísimo andaba detrás de la receta y por fin la conseguí.
Aunque la he cambiado un para hacerla más ligera, sigue estando buenísimo.
Trituramos a máxima potencia los caramelos hasta que queden como un polvo fino, ponemos a cocer con la leche hasta que hierva
Una vez frío mezclamos este almíbar con el azúcar invertido y la nata de almendras, si queremos poner colorante este es el mejor momento, revolvemos bien y reservamos en un bol.
Montamos la nata y se la incorporamos con cuidado hasta que se mezcle bien
Metemos en el congelador, durante las próximas 3 horas sacar y batir a mano o a máquina una vez cada hora