Machacar bien los huesos de cereza. Luego colócarlos a macerar en un frasco hermético de vidrio junto con los dos litros de aguardiente, dejándolos en dicho estado durante tres semanas.
Una vez transcurrido ese tiempo, simplemente añadir los huesos de albaricoque, dejando macerar la mezcla durante dos meses más.
El paso posterior, como de costumbre, será el de filtrar y envasar para su consumo.