Lavamos y partimos los albaricoques y los ponemos en un bol junto con el azúcar el zumo de limón y la vaina de vainilla abierta, la raspamos por dentro y sacamos las pepitas.
Los dejamos macerar 2-3 horas... a mi me gusta dejarlos de un día para otro en el frigorífico.
Se quedaran con un almíbar espesito y los ponemos a cocer a fuego medio unos 30 minutos aproximadamente, hasta que estén tiernos y veamos que al triturarlos quedará con la textura de la mermelada. Sacamos la vaina de vainilla y los trituramos con la batidora. Dejamos enfriar.
Los metemos en tarros esterilizados, ( los ponemos en una olla con agua y los dejamos hervir 2-3 minutos, los sacamos y escurrimos). Si los vamos a consumir en poco tiempo solo hay que cerrarlos bien y ponerlos boca abajo. Si los queremos para mas tiempo debemos hacerles el vacío al baño maría. Para ello los tapamos bien y los metemos en una olla cubiertos de agua, los ponemos al fuego y cuando empiecen a hervir los dejamos hirviendo durante 15-20 minutos. Los dejamos enfriar dentro del agua, los sacamos y listos. De esta manera duran varios meses.