Para hacer la base derretir la mantequilla hasta que quede líquida. Triturar las galletas y añadirlas a la mantequilla derretida. Amasar bien hasta que quede una pasta y cubrir con ella el fondo de un molde desmontable de 18 cm de diámetro, ligeramente engrasado. Dejar enfriar en la nevera.
Para hacer el relleno derretir el chocolate al baño maria o en el microondas y dejar que se enfrie ligeramente. Batir la nata hasta que quede bien firme y en otro bol batir el queso de untar con el café y el azúcar. Añadir el chocolate derretido y mezclar bien.
Agregarle entonces la nata batida y revolver bien hasta que quede todo bien mezclado. Sacar el molde de la nevera y echar esta mezcla sobre la base de galletas, nivelar la superficie y meter en la nevera de nuevo para enfriarla hasta que esté bien firme.
Cuando la tarta esté bien fria y firme desmoldarla sobre un plato. Mezclar el queso mascarpone con el yogur griego y cubrir la superficie de la tarta con esta mezcla. Fundir los 25 g de chocolate fondant y decorar la superficie dejándolo caer en forma de hilo.
Espolvorear toda la tarta con el cacao en polvo y ya está lista para degustar. Como veis no es para nada complicada de hacer y el resultado es muy bueno, el contraste de sabores liga a la perfección.