Primero comenzamos por la cobertura. Introducir todos los ingredientes en una cazuela, poner a fuego lento y no dejar de darle vueltas durante 7 minutos, hasta que hierva. Varía el tiempo dependiendo de la vitrocerámica.
Después derramar el contenido en el molde que hayamos elegido y dejar enfriar, seguido introducir en la nevera.
Pasamos a preparar la tarta. Debemos hacer lo mismo, pero con estos ingredientes.
Calentamos el resto de los ingredientes en la cacerola, hasta que empiece a hervir y se para el fuego. Recordamos que debemos darle vueltas todo el rato.
Cuando la otra parte se encuentre fría, derramamos esta parte encima en el molde. Así los colores quedarán separados. Si sigue caliente se unirán.
La introducimos a la nevera para que se solidifique y se enfríe.
La pasamos al recipiente final. ¡Lista! También la puedes adornar con chocolate líquido.