Quería hacer tiramisú, pero cuando había ya preparado la crema, me he dado cuenta de que había terminado el café. Así que me he tomado prestados a mí misma el chocolate blanco y las frambuesas que tenía para hacer unas magdalenas y me he puesto a hacer inventos. Como estamos ya casi a Pascua, he adornado uno de los cuencos con un conejito.
Separar las yemas de las claras de los huevos en dos cuencos separados. Batir las 3 yemas de huevo y el azúcar con el bateador eléctrico (con la accesorio de varillas, el de montar nata), hasta obtener una crema espumosa y clara.
Añadir el mascarpone, un par de cucharadas de coco rallado y mezclar hasta que los ingredientes estén bien ligados.
En otro bol, montar las claras de los 3 huevos hasta que estén a punto de nieve. Únir la crema de mascarpone y las claras montadas, moviendo la cuchara de abajo a arriba, delicadamente, para que las claras pierdan el menor volumen posible.
Mojar una galleta en la leche de coco y ponerla plana en el fondo del bol o la copa. Dejar caer unas gotas de ron repartidas encima de la galleta. Repartir varios trocitos o gotas de chocolate blanco encima de la galleta.
Rellenar el resto del bol o la copa con crema de mascarpone. Evidentemente, podéis hacer tantos estratos de galleta, chocolate, etc y crema cuantos deseéis. Depende de si el cuenco es más o menos bajo y de si os gusta que abunde más la crema o la galleta.
Decorar el tiramisú con frambuesas y, si os apetece, cacao pasado por el tamiz.
Sinceramente, está bien rico. Es sencillo y resultón, adoro el coco en pequeñas dosis y la crema de Mascarpone queda deliciosa. Pero satura mucho. De cualquier manera, está tan bien explicado que me quedo con esta receta para poder ir modificándola a mi gusto :) Yo le echaría más ron!!! ;)
No dudes en adaptar esta receta a tu gusto. Un saludo! Nos alegra saber que te ha gustado