9 platos con salmón (fresco y ahumado) para Nochebuena

Un sabroso cheesecake salado que no puede faltar en la mesa de Nochebuena. Con la irresistible suavidad del queso crema tipo Philadelphia y el refinado sabor del salmón ahumado, es el plato perfecto para sorprender a tus invitados en Navidad. Fácil de preparar y con una pinta muy apetecible, esta delicia combina sabor y originalidad, lo que lo convierte en un auténtico must para aquellos que quieran servir entremeses elegantes y de sabor único. Sírvelo junto a una copa de cava para redondear la experiencia.

Una receta sencilla y rápida con un sabor sorprendente: nuestro tartar de salmón esconde trocitos de manzana ácida, que añaden una agradable textura crujiente y un delicado contraste de sabores. Este entremés frío es ideal para embellecer la mesa de Nochebuena, especialmente si decides servirlo en vasitos o vasos bajo de bodega para que cada comensal tenga su parte y añadir un punto extra de sofisticación. Además, otra de las ventajas de este plato es que lo puedes preparar con cierta antelación y dejarlo en la nevera hasta el momento de servir.

* Para consumir pescado crudo con total seguridad y evitar una infección causada por el parásito del anisakis se recomienda congelar el salmón fresco durante al menos 5 días a un temperatura igual o inferior a los -20 ºC y, después, descongelarlo en la nevera. Otra opción es comprar el lomo de salmón ya congelado.

Este delicioso pastel salado o flan de pescado es una receta refinada y sabrosa, ideal para ocasiones especiales. Se prepara combinando la delicadeza del salmón fresco con la intensidad aromática del salmón ahumado, creando un equilibrio perfecto de sabores y texturas. Ideal para servir como aperitivo o entrante durante la cena de Nochebuena, ya que aportará un toque de sofisticación a tu mesa festiva. Decóralo con un poco de eneldo fresco o unos granos de pimienta rosa para realzar el plato visualmente.

Este tronco salado de salmón ahumado esconde un delicado relleno de crema de queo ricotta enriquecida con cebollino, pistachos y pequeños trozos de pulpa de limón. Una mezcla que combina equilibradamente los sabores y que deleitará a tus comensales con cada bocado. Como no requiere cocción, lo podemos preparar con antelación y dejarlo refrigerado hasta el momento de servir, lo que nos ahorrará prisas de última hora. No pierdas la oportunidad de llevar a tu mesa un plato elegante y de sabor memorable.

El salmón fresco, de carne firme y sabor delicado, es el ingrediente estrella de esta receta que gustará a todos tus invitados. Acompañado de una guarnición a base de patata, como las patatas duquesa o las hasselback, resultará ser un plato completo y elegante, perfecto para una cena inolvidable.

Un delicioso salmón curado, dejado reposar en el frigorífico durante 48 horas con una equilibrada mezcla de azúcar, sal, eneldo fresco y fragante pimienta rosa: el resultado es una obra maestra de sabor y delicadeza. El marinado no sólo realza la suavidad natural del salmón, sino que proporciona una armonía de sabores que conquistará incluso a los paladares más exigentes. Siga cuidadosamente cada paso para obtener un plato perfecto, ideal para servir como refinado entrante en Nochebuena. Una propuesta sorprendente que añadirá un toque de clase.

El hojaldre es un ingrediente que nos encanta a la hora de preparar aperitivos. Al ser una masa tan maleable nos permite crear entremeses, canapés y aperitivos muy originales. Un buen ejemplo de ello, es esta corona de hojaldre rellena de salmón fresco con un punto de mostaza de Dijon. Un bocado crujiente que es esconde en su interior un relleno jugoso y muy sabroso.

Servir los aperitivos en vasitos, especialmente cuando se trata de ocasiones más especiales, nos parece una idea simple pero de lo más acertada. Dan un toque elegante y sofisticado, a la vez que nos permite dejarlo preparado con antelación. Estos en particular, suelen ser un éxito. Combinan dados de aguacate con un rico aliño, con el salmón ahumado y van coronados con una suave crema de queso mascarpone aromatizada. Elegantes, sin cocción y muy, muy ricos.

La pasta es un ingrediente humilde que puede convertirse en símbolo de refinamiento si se asocia con otros ingredientes más sofisticados. Esta receta es el claro ejemplo de ello. Los Pappardelle con salmón y queso ricotta, combinan de manera magistral la cremosidad del queso ricotta (o de un buen requesón) con el sabor más acentuado del salmón ahumado y realzado finalmente por una nota de eneldo fresco.