¿Quién iba a pensar que algo tan cotidiano como un estropajo de cocina podría suponer un riesgo para nuestra salud? Lo usamos a diario para lavar los platos, sartenes y ollas o para limpiar ciertas superficies de la cocina, pero con el tiempo puede convertirse en un auténtico nido de bacterias. Por eso ¿sabes con qué frecuencia deberías cambiarlo? ¡Vamos a averiguarlo!