Abierta a las cocinas regionales de toda España y otras partes del mundo, sin embargo todavía se conservan recetas tradicionales como el besugo al horno, el cordero o los caracoles. Asimismo, por la calle se pueden compran cacahuetes o castañas.
La capital de España, y su comunidad autónoma, ha recibido influencias diversas de todas las regiones debido a la dispar procedencia de sus habitantes. Sin embargo, sí que se puede hablar de una comida típicamente navideña como el consomé madrileño, la lombarda con tocino o los caracoles de la tía Remigia. Dentro de los pescados, destaca el besugo al horno y, entre las carnes, el redondo, el cochinillo o el cordero. Como postre, especialmente tras celebrar Nochevieja, se puede tomar un chocolate con churros.
Como productos cien por cien autóctonos de la región de Madrid, cabe citar la uva de Villa del Prado o las castañas a la brasa. Los cacahuetes, que antiguamente los vendían los maniseros, eran muy típicos en invierno. Y otro fruto seco, la almendra, sirve como base para elaborar la sopa regional de almendras. Dentro de los postres típicos, el día de Reyes siempre se desayuna roscón con chocolate.
Con respecto a los entrantes, el pincho de tortilla vale para cualquier época del año. Lo mismo ocurre con las gambas o las setas al ajillo. También se puede seguir con un plato de cuchara como las sopas de ajo o bien decantarse por una ensalada ligera denominada de San Isidro (el patrón de Madrid), compuesta de lechuga, aceitunas negras, huevo duro y atún.
En cuanto a los vinos, cabe destacar que Madrid da nombre a una denominación de origen. Por tanto, se puede aprovechar la ocasión de las fiestas navideñas para acompañar las comidas con tintos de crianza, vinos rosados de Navalcarnero o blancos con los pescados o mariscos. Después del postre, se puede reservar un espacio para tomar un licor de anís de Chinchón o un aguardiente de Cazalla.
Comentarios de los miembros:
Lamento que no hayan incluido otras regiones de España