Por qué hay que remojar las semillas oleaginosas antes de comerlas

Las semillas oleaginosas como las almendras, las nueces o las avellanas contienen infinidad de propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Pero para aprovechar al máximo sus bondades nutricionales es esencial remojar estas semillas y frutos secos antes de comerlos. Esta práctica, que a menudo se pasa por alto, maximiza su valor nutritivo y facilita su digestión. A continuación, te explicamos la importancia de este paso y cómo puedes incorporarlo fácilmente a tu rutina.
Neutralización de antinutrientes
Las semillas oleaginosas contienen antinutrientes como el ácido fítico. Este ácido, presente en la piel de frutos secos y semillas, impide la absorción óptima de ciertos minerales esenciales como el zinc, el magnesio y el calcio. Al remojar las semillas oleaginosas, conseguimos reducir estas sustancias, facilitando que los minerales sean más fácilmente absorbidos por el organismo.
El ácido fítico, un protector natural de las semillas, actúa como barrera para evitar la germinación prematura. Sin embargo, para el cuerpo humano, puede limitar la capacidad de digerir ciertos nutrientes, causando deficiencias a largo plazo. El remojo activa las enzimas de las semillas y frutos secos, reduciendo considerablemente el contenido de ácido fítico.
Mejorar la digestión
Las semillas oleaginosas sin remojar pueden causar problemas digestivos como hinchazón, gases o molestias abdominales. El remojo ayuda a eliminar ciertos inhibidores enzimáticos, lo que facilita la digestión de estas semillas y las hace más digeribles para el estómago.
¿Cómo se ponen en remojo las semillas oleaginosas?
Remojar las semillas oleaginosas es un paso sencillo pero eficaz. A continuación, te explicamos cómo hacerlo:
- Coloca las semillas oleaginosas en un cuenco con agua.
- Déjalas en remojo de 4 a 12 horas. El tiempo va a depender del tipo de semilla o fruto seco (más abajo tienes más información).
- Acláralas bien con agua limpia antes de comerlas o utilizarlas en tus recetas.
- y ya están listas para consumirlas crudas o deshidratarlas para darles de nuevo una textura crujiente.
Tiempo de remojo recomendado para las semillas oleaginosas
Los tiempos de remojo varían en función de las semillas oleaginosas para garantizar una activación óptima de sus enzimas:
- Almendras: de 8 a 12 horas
- Anacardos: de 4 a 6 horas
- Nueces: de 6 a 8 horas
- Avellanas: de 8 a 12 horas
- Pistachos: de 6 a 8 horas
- Nueces: de 6 a 8 horas
No olvides cambiar el agua de remojo si se enturbia. Así, evitaremos la proliferación de bacterias.
Conclusión: un gesto sencillo para obtener los máximos beneficios
Remojar las semillas oleaginosas antes de consumirlas es un truco sencillo, pero que marca una verdadera diferencia. Ya sea para reducir los antinutrientes, mejorar la digestión o disfrutar de una textura más agradable, puedes incorporar fácilmente este gesto a tu rutina. Así que, la próxima vez que cojas un puñado de almendras o nueces, ¡recuerda darles un baño antes de consumirlas! :-)