Mezcle todo bien habiendo derretido la margarina por lo menos, en pomada. Reserve en la nevera envuelto en papel film.
Amase y aplane con el rodillo hasta dejar una masa bastante fina.
Puede cortar las galletas de cualquier forma que considere práctica para que envuelvan el mensaje, pero aquí les dejamos la que nos funciona mejor.
Se conoce que lo que a uno primeramente se le ocurre es hacer círculos y cerrarlos en forma de empanadillas, pero no resulta ya que al reblandecerse la masa en el horno, ésta deja paso al papel que acaba atravesándola y saludándonos desde en medio, acabando así con todo el misterio o gracia morena que la galleta pudiere tener.
De manera que coloque usted amorosamente el enigma doblado en medio del círculo y cierre lado y lado encima arropando la pieza de papel, de manera que quedarán ambos lados sobre éste e impedirán que rompa hacia arriba al cocer, gracias a la acción del peso. Muy ducho.
Hornee a 180 - 200 hasta que los bordes tuesten.
Saque y deje enfriar apoyadas transversalmente para que no reblandezcan por abajo.
Sirva en el postre y échese unas risas con sus invitados.