Pasamos por huevo y sésamos los medallones, los congelamos un par de horas y los freímos con el aceite bien caliente, hasta que cojan un color doradito.
Quitamos el exceso de aceite y reservamaos.
Hacemos la salsa poniendo al fuego los dos ingredientes hasta que se diluyan bien y se integren.
Servir los medallones con la salsita caliente.Están de vicio y la podéis acompañar con el sabor el sabor que más os guste.
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