Alubias “carillas” con setas (níscalos), receta paso a paso
Alubias “carillas” con setas (níscalos), receta paso a paso
En mi viaje a la Rioja me encontré con los últimos níscalos de la temporada y claro esta los tuve que comprar y cocinar, en esta ocasión los he preparado con alubias carillas que aparte de ricas son una preciosidad, son muy pequeñitas, blancas y con una mancha negra en el embrión de la semilla.
No tengo que deciros que me quedaron riquísimas, muy suaves, sin nada de grasa y con mucho sabor. Hay que dejar los níscalos enteros, en su punto justo de cocción para que al morderlos notemos su textura.
C
Poner a remojo las alubias carillas la noche anterior a su cocción Limpiar muy bien los níscalos sin dejar restos de tierra. Trocear toscamente las verduras menos el tomate que lo dejaremos entero Picamos el jamón en cubos pequeños
Colocamos en la olla las alubias escurridas y sin el agua del remojo, añadimos las verduras y cubrimos de agua o caldo. Ponemos al fuego, cuando rompa a hervir bajamos y las cocinamos a fuego lento.
Cuando las judías estén tiernas las retiramos del fuego, sacamos las verduras, picamos la zanahoria y el nabo en cubitos pequeños que añadiremos a las alubias y con la cebolla, el puerro, el tomate y un poco de aceite hacemos un sofrito, que cuando esté listo pasaremos por la batidora y luego por un colador. Añadimos a la olla de las alubias
En una sartén doramos el jamón, cuando cambie de color le añadimos los níscalos troceados, les damos unas vueltas, cuando empiecen a cambiar de color les añadimos la copa de coñac y con mucho cuidado flambeamos.
Juntamos las alubias con los níscalos y les damos un hervor, cinco minutos será suficiente.
Retiramos del fuego, tapamos y dejamos reposar el guisito una hora.
Cuando vayamos a comer calentamos a tope, tiene que estar humeando y muy caliente. En un plato hondo servimos una generosa ración, para darle un toque de color y aroma les pondremos una ramita de orégano fresco, las podemos y las debemos acompañar con guindillas en vinagre, es el contrapunto perfecto.