Se pone el horno a calentar a 170 ºC si es de convección, unos 10 ºC más si el calor es solo de solera. Para hacer la masa choux, se pone en un cazo la leche, la mantequilla y la sal, y se lleva a ebullición.
Una vez caliente la mezcla, se echa la harina de golpe y, sin quitar el cazo del fuego, se remueve vigorosamente hasta que la masa se haga una bola y se vaya despegando de las paredes, alrededor de un minuto. Se apaga el fuego, se deja templar la masa unos cinco minutos y se van añadiendo los huevos de uno en uno, removiendo bien para que se absorban cada vez antes de agregar el siguiente. Obtendremos una masa suave y pegajosa.
Se añade el queso rallado y la pimienta. Se preparan un par de bandejas de horno con papel de hornear. Ayudándose con una lengua de silicona, se mete la masa en una manga pastelera con una boquilla redonda de unos 8 mm. Se cierra la manga con una pinza y se van escudillando montoncitos de la masa, manteniendo la boquilla de la manga a 1 cm de la bandeja, de unos 4 cm de diámetro y dejando 2-3 de centímetros entre ellos.
Se bate el huevo y se van pincelando las bolitas con delicadeza. Se espolvorean con más queso o con hierbas, si se quiere. Yo la última vez no los pincelé con huevo, pero los espolvoreé con una sal con hierbas de la Camarga y estaban deliciosos.Se meten al horno unos 25 minutos, vigilándolos para que no se arrebaten. Cuando están hechos, se sacan a una rejilla para que enfríen.Si os queda masa por hornear, seguís haciendo las tandas necesarias y ya sabéis que el papel de hornear se puede reutilizar.
Comentarios de los miembros:
Riquisimaaaaaaas
¡¡¡Entrante sorprendente y....magnífica idea para guarnicionar
muy originalmente otros platos!!!!
Uuummm tiene que estar delicioso..... las voy a hacer, seguro ;)