Vamos con otro plato de toda la vida, de cuchara, para estos días de invierno, donde lo que nos apetece es entrar en calor. Un plato de toda la vida, que mi suegra Paula hace mucho, y que nos encanta a todos, incluidos los más peques de la casa.
Es receta de aprovechamiento ya que utilizamos los esqueletos del pollo, así que nada más económico.
Ponemos agua en la olla a presión (según la cantidad que queramos hacer) y echamos un chorro de aceite de oliva.
Pelamos las zanahorias y las partimos en trozos grandes. Las añadimos a la olla.
Lavamos bien el puerro y lo picamos en trozos grandes y también lo añadimos.
Por último el pollo. Yo suelo usar el esqueleto de un pollo entero al que le habré dejado carne para aprovechar. Si además queréis añadir un contramuslo o las alitas pues tendréis más carne.
Además podéis incluir una punta de jamón, que le daré aún mejor sabor.
Si no tenéis jamón yo recomiendo ponerle una pastilla de caldo de carne para darle más gracia.
Cerramos la olla y según suban las dos anillas lo tendremos 5 minutos.
Mientras pondremos a cocer los huevos.
Una vez que la olla a bajado la presión colaremos el caldo y si nos gusta le echaremos los fideos.
Con 3 o 4 minutos de cocción será suficiente.
Por último, cortamos en daditos pequeños las zanahorias, los huevos duros y sacamos todad la carne del esqueleto del pollo.
Lo ponemos en cuencos independientes junto con el puerro para que cada uno se sirva a su gusto.
Y a disfrutar de un plato de cuchara perfecto para entrar en calor que está riquísimo, económico y perfecto como primer plato.