Forramos un tazón de desayuno con varias lonchas de salmón ahumado. Esto será lo que se vea en el plato, así que hay que ponerlas que quede bonitas.
Tiene que sobresalir por los bordes, ya que luego lo doblaremos y taparemos el "pastel". Tenemos que reservar un trozo de salmón para el final, para taparlo bien.
En un bol aparte, ponemos el queso y lo batimos con un tenedor para que se ablande un poco. Añadimos el aguacate y el tomate picados en dados y la cebolleta muy picadita. Mezclamos bien con ayuda de un tenedor.
Cuando lo tengamos listo, rellenamos el bol con la mezcla y doblamos hacia adentro las puntas del salmón.
Con otra loncha que habíamos reservado, terminamos de cubrirlo bien. Tapamos con un film y reservamos en la nevera al menos 2 horas.
Para servirlo, lo desmoldamos sobre una base de lechuga y coronamos con cebollino picado.