1) Lavar y escaldar los tomates cherry en agua hirviendo un minuto para quitar la piel, sale con muchísima facilidad.
Si veis que no sale, los volvéis a cocer medio minuto más, los pincháis con un cuchillo y la piel saldrá. Reservar
En una sartén con un par de cucharas de aceite de oliva virgen extra, saltear un diente de ajo bien picadito, unir los tomates cherry con orégano fresco picado al gusto, y dejar hacer por 5 minutos a fuego suave. Reservar
En rectángulos de pasta filo, ir colocando un tomate asado y envolver como si fuera un caramelo, colocar sobre una fuente apta para el horno, esparcir perejil fresco picado por encima y un chorrito de aceite virgen extra, al horno 180º 12 minutos, hasta que la pasta filo esté dorada. Servir inmediatamente.
2) Rallar las peras o las manzanas y dejar escurrir en un colador.
En un bol con un tenedor desmenuzar el queso, mezclar con las nueces de pecan tostadas picadas, pimienta al gusto y la pera rallada.
Extender una hoja de pasta filo y pintarla con mantequilla fundida, extender otras dos capas más y proceder de la misma forma.
Cubrir el fondo con pan rallado para que absorba el exceso de líquido y extender el relleno con la ayuda de una cuchara.
Enrollar como si se tratara de un brazo de gitano, doblando hacia el interior los bordes, para evitar que luego en el horno se salga el relleno, y colocarlo sobre una fuente de horno previamente forrada con papel sulfurado.
Hacer pequeños cortes con un cuchillo para cortar las porciones sin llegar hasta abajo, para que luego nos resulte más fácil una vez horneado servir las porciones de aperitivo.
Pintar con el resto de la mantequilla toda la superficie. Hornear a 200º 30-35 minutos hasta que la masa esté crujiente y dorada.