Galletas de mantequilla de cacahuete
Y pensar que hace unos años no me gustaba la mantequilla de cacahuete... y ahora me apasiona. Tiene un sabor adictivo. Siempre me resistí a probar esos famosos sándwiches de las películas americanas. No entendía como se la daban a los niños. Pero me regalaron un frasco de esta crema y pensé en hacer otro clásico que son las galletas de mantequilla de cacahuete con el famoso diseño de líneas cruzadas y BOOM su sabor me estalló en el paladar. No podía dejar de comerlas. El patrón de líneas se hace con un tenedor y tiene un fin: dado que la masa para galletas de mantequilla de cacahuete es tan densa, la acción de aplanamiento ayuda a garantizar que las galletas se horneen de manera uniforme y se mantengan suaves. Esto es lo que he leído aunque yo creo que es más bien una forma sencilla y fácil de decoración. Tienen un sabor muy particular. Si esperas hornear unas galletas dulces vas bastante equivocada. Tienen un toque salado con un intenso sabor a cacahuete. Con la mantequilla de cacahuete tienes dos opciones: - Compra una mantequilla de calidad, sin aditivos, ni azúcar, ni aceites añadidos. Una buena mantequilla sólo debe tener entre sus ingredientes cacahuetes. Punto. Nada de grasas trans. - Prepárala en casa. Es lo que hago yo aunque es algo pesado y tienes que tener un vaso batidor bastante potente o terminarás quemando el motor. El proceso es algo hipnótico ya que a medida que van pasando los minutos vas viendo como se van transformando los cacahuetes tostados. Primero se van triturando, luego van soltando su aceite natural y formando una pasta y después de 10 minutos se convierte en una crema fluida que al enfriarse se espesa y endurece un poco. Es importante tostarlos primero ya que facilita el proceso y el color de la crema es más oscuro. En YouTube tienes muchos vídeos de la preparación.

