Y pensar que hace unos años no me gustaba la mantequilla de cacahuete... y ahora me apasiona. Tiene un sabor adictivo. Siempre me resistí a probar esos famosos sándwiches de las películas americanas. No entendía como se la daban a los niños.
Pero me regalaron un frasco de esta crema y pensé en hacer otro clásico que son las galletas de mantequilla de cacahuete con el famoso diseño de líneas cruzadas y BOOM su sabor me estalló en el paladar. No podía dejar de comerlas.
El patrón de líneas se hace con un tenedor y tiene un fin: dado que la masa para galletas de mantequilla de cacahuete es tan densa, la acción de aplanamiento ayuda a garantizar que las galletas se horneen de manera uniforme y se mantengan suaves. Esto es lo que he leído aunque yo creo que es más bien una forma sencilla y fácil de decoración.
Tienen un sabor muy particular. Si esperas hornear unas galletas dulces vas bastante equivocada. Tienen un toque salado con un intenso sabor a cacahuete.
Con la mantequilla de cacahuete tienes dos opciones:
- Compra una mantequilla de calidad, sin aditivos, ni azúcar, ni aceites añadidos. Una buena mantequilla sólo debe tener entre sus ingredientes cacahuetes. Punto. Nada de grasas trans.
- Prepárala en casa. Es lo que hago yo aunque es algo pesado y tienes que tener un vaso batidor bastante potente o terminarás quemando el motor. El proceso es algo hipnótico ya que a medida que van pasando los minutos vas viendo como se van transformando los cacahuetes tostados. Primero se van triturando, luego van soltando su aceite natural y formando una pasta y después de 10 minutos se convierte en una crema fluida que al enfriarse se espesa y endurece un poco. Es importante tostarlos primero ya que facilita el proceso y el color de la crema es más oscuro. En YouTube tienes muchos vídeos de la preparación.
Precalentar el horno a 175º y forrar dos bandejas con papel de horno.
En un bol poner mantequilla a temperatura ambiente y azúcar o endulzante. Batir con una batidora con los accesorios de varillas. Batir a velocidad media hasta que esté suave y esponjoso, como 1 minuto.
Añadir la mantequilla de cacahuete, el huevo y la vainilla. Seguir batiendo hasta mezclar todo.
En otro bol poner la harina, bicarbonato y sal. Mezclar.
Ir agregando los ingredientes secos a la mezcla de mantequilla a velocidad baja hasta que esté todo incorporado.
Yo hice 20 bolitas de 36 gr. aprox. Se van colocando en la bandeja de horno forrada. Con un tenedor se aplana la bolita primero en un sentido y luego en otro, para formar el patrón:
Se mete la bandeja en el horno precalentado durante 10-12 minutos. Nunca más tiempo del indicado aunque te parezca que al tacto están demasiado blandas para estar horneadas. Fuera del horno seguirán cociéndose y endurecerán. Por eso es importante que no te pases con el horneado o terminarás con galletas como piedras.
Deja que las galletas se enfríen completamente antes de pasarlas a una lata o contenedor hermético. Yo las pasé a una rejilla porque solo tengo una bandeja de horno y la necesitaba para la siguiente hornada:
Se mantendrán a temperatura ambiente hasta 5 días. Yo las congelo en paquetitos de 3 galletas porque soy capaz de comérmelas de una sentada.