Por lo general, a la hora de cocinar recetas dulces siempre echo manos de blogs veganos. No se por qué me atraen tanto.
Naranja y chocolate es el maridaje perfecto en repostería. El glaseado de chocolate es opcional. Opcionalmente puedes espolvorear los muffins con cacao o adornar con chips de chocolate.
La masa es muy ligera, nada densa, para mi la textura perfecta. Son bajos en calorías ya que utilizo eritritol, y además es totalmente apta para problemas con el colesterol. Yo siempre congelo los muffins porque si no me los comería de una sentada.
Tamiza la harina sobre un bol, añade fécula de maíz, bicarbonato, polvo de hornear y un pellizco de sal. Mezclar
En otro bol pon el azúcar y el aceite de girasol. Con las varillas de la batidora bate bien la mezcla.
Añade el zumo de naranja y la ralladura. Yo siempre añado la pulpa también porque mal no le hace a la masa. Vuelve a batir bien hasta que se disuelva el edulcorante o azúcar.
A esta mezcla líquida añade la mezcla de ingredientes secos. Bate de nuevo con las varillas, pero sólo lo justo para integrar los ingredientes. Si te pasas batiendo terminarás con unos muffins duros.
Vuelca esta mezcla sobre los moldes de muffins:
Se mete la bandeja al horno precalentado. Hornea durante 20 minutos. Cada horno es un mundo así que vete controlando para que no se quemen. Los míos estaban listos en 20 minutos. Comprueba que están hechos insertando un palillo, tiene que salir limpio:
Saca del horno y deja enfriar 5 minutos antes de desmoldar. Colocarlos sobre una rejilla y dejar enfriar totalmente antes de ponerles el glaseado.
Glaseado: En un cacito, a fuego bajo, calentar todos los ingredientes del glaseado. Con una cucharadita ir dando vueltas hasta que la mezcla espese.
Untar los muffins con esta mezcla. Yo pongo un buen pegote en el centro y luego con la cucharita lo voy extendiendo hacia abajo.