1. La víspera ponemos en remojo las lentejas y el trigo. Por la mañana hervimos las lentejas y el trigo en dos ollas separadas hasta que estén bien tiernos. En la batidora los trituramos con un poco de agua de la cocción para que no nos queden tan espesos. Reservamos. 2. En una olla con aceite de girasol y mantequilla freímos las cebollas cortadas, los tomates en rodajas sin piel y los ajos pelados. A media cocción añadimos un poco de agua para que no se nos pegue y a continuación vamos añadiendo las especias (pimentón picante, cúrcuma. comino) y el jengibre picado. 3. Añadimos el pollo cortado en trozos y ½ vaso de agua. Dejamos que se vaya haciendo. A partir de los diez minutos vamos removiendo la preparación continuamente con el fin que la carne se vaya separando del hueso. Tenemos que deshacer toda la carne y no dejar ningún hueso en la olla, si fuera necesario lo haremos sacando los trozos y quitándolos manualmente. 4. Una vez que tenemos el pollo deshuesado y la preparación este bien hecha, añadimos las lentejas y el trigo que teníamos reservado, incorporamos cilandro picado, rectificamos de sal y dejamos que cueza todo junto unos 15 minutos, si quedara muy espeso podemos añadir un poco de agua de cocción de las lentejas. 5. Para decorar el plato freímos una cebolla cortada finamente dejándola bien dorada, unas hojas de cilandro y por ultimo unas rodajas de guindilla verde. También podemos acompañar con rodajas de limón.