Lavar y esterilizar el tarro.Limpiar bien los limones, hacerles cuatro cortes longitudinales, profundos pero sin llegar a separar los cuartos completamente.Poner una cucharada de sal gorda en cada corte.Ir poniendo los limones en el tarro, apretando bien para que suelten su jugo. Intercalar las hojas de laurel.Si cuando terminemos de poner los limones en el tarro no están completamente cubiertos por su propio jugo, añadid agua y el 10% del peso de agua de sal gorda.Guardar en un armario al abrigo de la luz durante al menos 15 días. Nosotros los hicimos en diciembre y no los empezamos a consumir hasta febrero, aunque como veis el tarro ya va por la mitad.
Cuando vayáis a consumirlos, lavadlos con abundante agua para retirar todo la sal. La corteza así conservada guarda todo el sabor fresco del limón sin nada de la acidez. Son perfectos para acompañar tagines, pescados, cous cous, ensaladas o el pollo con sumac.