Disolvemos la levadura en el agua tibia con 63 gr de harina y una cucharada de azúcar, mezclamos y mantenemos en reposo una hora (es posible que el agua suba y se salga del molde, os recomiendo usar un cuenco lo bastante profundo.
Colocamos el resto de la harina en la cubeta de la panificadora con el azúcar, la mantequilla derretida, la sal, 3 huevos, el anís y el fermento obtenido.
Lo amasamos y levamos en el modo pan rápido (en la mía, el programa 8, que incluye amasado 20 minutos y levado 12 minutos) y lo sacamos, lo dividimos en 2 sobre la bandeja de horno y levamos en el horno a 50º hasta que duplique el tamaño.
Precalentamos el horno a 190º; mientras, damos unos cortes en la superficie de cada pan (en los míos no se nota mucho), rociamos con las semillas de sésamo y pintamos con el huevo.
Horneamos unos 40 minutos; si vemos que se oscurece demasiado, bajamos a 180º. Comprobamos la cocción hundiendo un cuchillo: si sale limpio, listo para servir.