En una cazuela de barro, se echa y se extiende el arroz necesario para los comensales que vayamos a ser. Hacemos lo mismo con los garbanzos ya cocidos.
Añadimos también 6 ó 8 ajos enteros sin pelar. Espolvoreamos azafrán por encima. Por otra parte, en una sartén con aceite, se sofríen un poco las patatas y se incorporan a la cazuela de barro.
En el mismo aceite, hacer lo mismo con la costilla troceada y sazonada, después con el chorizo y la longaniza e incorporar también a la cazuela.
Por último, sofreír en el dicho aceite unas cucharadas de tomate casero y añadirlo a la cazuela de barro.
Calentar el agua necesaria y echarla a la cazuela, aprovechar para rectificar de sal e introducirla inmediatamente después en el horno, previamente precalentado a 250º.
El arroz está listo cuando se quede sin agua A mitad de cocción del arroz, colocar unas rodajas de tomate por encima.