En una sarten amplia con algo de aceite freímos los ajos hasta que estén ligeramente dorados los reservamos.
Añadimos los calamares troceados y sofreímos hasta que tengan algo de color. Esta operación es delicada por un lado, por los calamares pueden saltar debido a la cantidad de agua que tienen y pueden salpicarte y quemarte, no estaría de más tener un antisalpicaduras para estos casos, por otro lado porque sería fácil que se quemarán y estropearíamos el guiso. Hay que estar atentos.
Cuando se haya evaporado el agua y empiecen a dorarse añadimos el tomate, el pimiento y el perejil. Sofreímos un poco más.
Ahora podéis dejar este fondo preparado o seguir con la receta. Ahora cogeremos la paella con un poco más de aceite y seguiremos la receta allí.
Calentamos de nuevo el fondo y añadimos el arroz.
Rehogamos el arroz unos minutos y añadimos los ajos reservados y el caldo caliente. Vamos probando de sal.