Para de la gelatina: Seguimos las instrucciones del fabricante, pero con el caldo de pescado en lugar de agua. Del caldo de pescado separamos un vaso y el resto lo ponemos en un cazo a calentar.
Ponemos el contenido de los sobres de gelatina en el vaso de caldo y removemos bien con una cuchara.
Cuando empiece a calentar el resto del caldo se pone el contenido del vaso en el cazo y se remueve todo bien.
Cuando comience a hervir apartamos el preparado y lo reservamos a temperatura ambiente.
Preparación del áspic: Lo primero que hay que hacer es cocer los huevos de codorniz. Los dejamos enfriar, los pelamos y cortamos en rodajas alargadas.
En el fondo del molde que vamos a utilizar ponemos un poquito del preparado de gelatina.
Adornamos con unas rodajas de huevo duro y unas rodajitas de aceitunas alternándolas.
Lo que se pone de gelatina es muy poco que no cubra y para que no se muevan los ingredientes flotando.
Preparando el aspic... Se introduce en la nevera mínimo media hora para que cuaje.
Se sigue con otra capa de huevo duro, de la forma que más nos guste y ponemos otro poquito del caldo con gelatina. Con cuidado ponemos el molde en la nevera otra media hora para que cuaje.
Cuando hayamos terminado con las capas de huevo que queramos ponemos el bonito del norte escurrido de aceite y desmenuzado. El aceite lo guardamos para utilizarlo después.
Repartimos el bonito del norte y ponemos preparado de gelatina hasta cubrirlo. Lo introducimos en la nevera para que cuaje unos 30 minutos.
Mientras tanto troceamos los pimientos asados en trocitos pequeños y también un poquito de cebolleta.
Lo aliñamos con un poquito de aceite del bonito y unas gotitas de vinagre y sal. Lo justo, que no quede muy caldoso.
Se reparte en el molde del aspic y terminamos de cubrir con el preparado de caldo de gelatina. Tiene muy buena pinta el aspic de Bonito y Anchoas
Se introduce en la nevera y se deja cuajar completamente. Esta vez, antes de desmoldar debe estar un mínimo de 6 horas.
Comentarios de los miembros:
Un plato hermoso y vistoso que cualquier paladar apeteceria