Lavar y pelar las zanahorias. Rallarlas finamente y mezclar con la cáscara de naranja y avellanas molidas.Separar los huevos y batir las yemas con la mitad del azúcar, añadir el jugo de naranja y lograr una mezcla gruesa. Unir con las zanahorias.
Aparte, batir las claras con la pizca de sal hasta que estén bien firmes y agregar el resto del azúcar. Incorporar bien.Unir con los ingredientes anteriores lentamente y de forma envolvente.
Finalmente incorporar la harina mezclada con los polvos químicos.Disponer en moldes a nuestro gusto, en mi caso unos de silicona con formas de corazones que me envió de regalo mi amiga Micaela, a quien aprovecho de saludar.
Si no cuentas con este tipo de moldes, puedes usar metálicos enmantecándolos muy bien. Si te inclinas por el papelillo para muffins aconsejo dejar reposar los bizcochos al menos un día antes de probarlos, de ese modo no se pegarán al papel.
Precalentar el horno a 160° y hornear por 45 minutos o hasta verlos dorados y cocidos por dentro (ayudarnos con un palillo para comprobarlo).
Una vez fríos, se disuelve el azúcar flor con las dos cucharadas de limón y se coloca encima de los corazones a modo de glaceado. Sobre ellos y en forma inmediata la ralladura de naranja que hemos reservado. Tambien podría ser ralladura de limón o cascaritas confitadas.
A pesar de que me imaginé que sería muy dulce esta cobertura ha sido todo un descubrimiento. El hecho de que lleve limón hace que la mezcla sea mas bien ácida y forme un contraste estupendo con el azúcar. No dejen de probarlo.